Guillermo Ochoa sigue de vacaciones en su país. Bueno, estos días anda concentrado con su selección, puesto que la pasada madrugada se midieron a El Salvador en las eliminatorias para el Mundial de 2010. Fijo en las alineaciones de Javier Aguirre y en el equipo de Jesús Ramírez, América de México, el portero es consciente de que su pase al fútbol europeo es cuestión de tiempo. Con 23 años, Ochoa es un icono en su país, un futbolista tan solvente bajo el larguero como mediático fuera de él: su curriculum invita a apostar. Ramon Planes y su equipo hace semanas que valoran su incorporación, les agradan sus cualidades y consideran que sería un futbolista interesante a seguir controlando.
Descartado por el Atlético, el futbolista sabe que el Espanyol sería una buena plaza para poder aterrizar. Podría hacerlo a coste cero, a préstamo un año y con posibilidades de prolongar su aventura barcelonesa. Además, con él aterrizarían todas las marcas publicitarias que le acompañan desde hace años y que, con el paso de los años, han pasado a ser una sombra de billetes, de las que el América, hasta ahora, también ha sacado provecho.
Como Tamudo.
Ochoa cuenta con el compromiso de los dirigentes del América a no ponerle problemas si tiene la posibilidad de salir. Para que lo entiendan; Memo sería para el América lo que el capitán Raúl Tamudo siginifca para el españolismo: un ídolo. Pero en México sí que parecen entender que una aventura en el extranjero sería una posibilidad inmejorable para poder crecer. Es cuestión de valorar y estudiar su incorporación.
Ocuparía una de las plazas de extranjero
En estos momentos, al equipo le sobra una plaza de extracomunitario, aunque es posible que en breve sean dos: si Lola Smiljanic cierra su cesión al Borussia Dortmund, el serbio liberaría al equipo dejando a Román como única pieza foránea. Pese a que muchos considerarían desmesurado que un portero ocupara una de ellas, el entorno del futbolista trabaja para que el futbolista tenga un pasaporte europeo.
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